¿Estás cuidando bien tu cerebro? Descubre qué hábitos diarios lo mantienen sano

A lo largo de los años, nuestro cuerpo experimenta diversos cambios, y el cerebro no es la excepción. Mantenerlo en buen estado no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también puede ayudarnos a prevenir enfermedades neurodegenerativas. ¿Pero qué podemos hacer en nuestro día a día para cuidar y fortalecer nuestra salud mental?
El médico neurólogo Carlos Cosentino explicó, en diálogo con RPP, que para mantener nuestro cerebro sano a lo largo de la vida, es fundamental considerar la etapa en la que nos encontramos. Por ejemplo, uno de los factores más importantes para preservar el buen funcionamiento cerebral en la adultez, e incluso prevenir enfermedades como el Alzheimer, es el tiempo que hemos dedicado a actividades de aprendizaje. Cuantos más años de estudio acumule una persona, mayor será su reserva cognitiva, lo cual actúa como una especie de protección frente a posibles deterioros cerebrales en el futuro. En otras palabras, una persona que ha mantenido su mente activa a lo largo de su vida tiene más herramientas para enfrentar el envejecimiento cerebral.
El especialista precisa que en la adultez temprana hay dos pilares esenciales para cuidar el cerebro: la actividad mental y la actividad física. Leer, escuchar y mantener conversaciones son ejercicios que estimulan la mente, mientras que el ejercicio físico mejora la circulación y el funcionamiento general del cerebro. A estas prácticas se les puede sumar una alimentación balanceada, que también juega un rol clave en la salud neurológica. Mantener estos hábitos no solo mejora el rendimiento diario, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en el futuro.
Por otra parte, el neurólogo asegura que diversos estudios respaldan los beneficios de la dieta mediterránea para la salud cerebral. Esta dieta se caracteriza por un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pescado, complementado con cantidades moderadas de lácteos y carne. Gracias a su composición rica en nutrientes esenciales, se ha relacionado con un menor deterioro cognitivo y una mejor función cerebral a lo largo del tiempo.
Sin embargo, Cosentino también aclara que seguir fielmente la dieta mediterránea en países como el nuestro puede ser difícil por factores económicos. Por ello, sugiere enfocarse en evitar el consumo excesivo de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol y las drogas. Además, recomienda optar por una alimentación balanceada, que incluya una proporción adecuada de verduras, carbohidratos y proteínas, como una alternativa más realista y saludable para cuidar nuestro cerebro en el día a día.
A medida que envejecemos y pasamos de la adultez a la adultez tardía, es natural que todos nuestros órganos comiencen a mostrar signos de desgaste, incluyendo el cerebro. Este envejecimiento fisiológico se manifiesta en pequeñas fallas de memoria o una menor capacidad de retención, situaciones que, aunque pueden resultar incómodas, son comunes y generalmente no representan un problema grave. Son olvidos benignos, como tardar más en recordar un nombre o extraviar momentáneamente objetos, y forman parte del proceso normal del envejecimiento.
No obstante, hay señales que sí deben generar preocupación y motivar una evaluación médica. El neurólogo Carlos Cosentino advierte que cuando los olvidos se vuelven más frecuentes e intensos, podrían indicar un deterioro cognitivo más serio. Ejemplos de esto son situaciones como dejar encendida una hornilla sin darse cuenta o desorientarse en la calle sin saber cómo regresar a casa. Estos episodios pueden ser indicios de que algo no está bien y deben ser atendidos por un especialista para descartar o tratar afecciones más complejas.