La incidencia acumulada en siete días en Alemania experimentó el sábado una leve subida con respecto al viernes, cuando ya se había interrumpido la tendencia a la baja de esta semana, situándose en 442,7 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes, y el número de muertos por la enfermedad aumentó a 378.
Hace un mes, la cifra estaba en 183,7 nuevos contagios, mientras que alcanzó un pico el pasado lunes con 452,4 nuevas infecciones, tras el cual había experimentado un leve descenso de martes a jueves.
El Instituto de Virología Robert Koch (RKI), que actualizó los datos las madrugada del sábado, también informó de 64.510 nuevos contagios en las últimas 24 horas, una cifra inferior a las 67.125 que se registraban hace una semana.
El número de muertes, sin embargo, se ha incrementado, situándose en 378 casos en las últimas 24 horas, lo que representa una subida del 25 % con respecto a los 303 que se contaban hace exactamente una semana.
Los expertos han señalado que es preciso tratar con cautela los datos recogidos a lo largo de la última semana, ya en varias regiones tanto las Oficinas de Sanidad como los hospitales no logran transmitir a tiempo sus cifras.
El pasado jueves, el RKI señaló que el leve parón que se registraba podía deberse a la «reducida dinámica» infecciosa, pero que la causa también podían ser «las capacidades cada vez más saturadas de los servicios públicos de salud».
A fecha del 3 de diciembre, han recibido en Alemania la pauta completa de vacunación 57,3 millones de personas, lo que supone un 68,9% de la población.