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La apicultura en el Perú, y específicamente en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) tiene un panorama alentador pese al golpe de la pandemia que afectó a todos los sectores. Esto puso a prueba la capacidad de resiliencia de miles de apicultores en el país para afrontar nuevos retos. Saturno Rivera Díaz, es un apicultor experimentado que nos relata el futuro alentador de esta actividad productiva en el valle.

Tengo 52 años y soy natural del distrito de Independencia, provincia de Vilcashuamán (Ayacucho). La apicultura siempre fue mi inquietud desde niño. Hoy pienso que es más que eso, es mi pasión, por eso actualmente llevo 27 años como apicultor en este distrito junto a mi esposa, quien me apoya en esta actividad en la localidad de Catute.

Hay iniciativas que merecen ser destacas en el VRAEM

¿A qué se dedicaba antes?

Soy profesor de educación primaria en una escuela de Santa Rosa, lugar al que llegué en el año 1993 para iniciar a trabajar como docente. Al mismo tiempo soy cacaotero porque estoy convencido de que los cultivos alternativos generan desarrollo y mejora la calidad de vida de las familias que apuestan por algo diferente a la hoja de coca.

¿Actualmente formas parte de alguna asociación?

Soy el presidente de la Asociación de Apicultores Cielo Punku del distrito de Santa Rosa, una organización constituida hace menos de un año e integrada por 15 socios activos que trabajan en esta actividad a fin de abastecer el mercado local, que aún tiene una demanda insatisfecha.

¿El Vraem tiene potencial para producir miel de abeja?

Sí, porque hay otros distritos del valle que también se dedican a esta actividad. Aunque la deforestación es un problema para los apicultores, este valle cuenta con bosques primarios donde se produce miel.

¿Cómo le tocó afrontar la pandemia?

Esta pandemia despertó el interés de muchos emprendedores ante la creciente demanda de miel, principalmente en los jóvenes entusiastas, muchos de ellos retornaron de grandes ciudades a trabajar la tierra y quieran emprender a través de cultivos alternativos.

¿Lograste capacitarte en temas referidos a la apicultura?

Una de las organizaciones que me capacitó hace años fue USAID. Hoy en día recibimos asistencia técnica de Devida, quienes nos fortalecen en temas como reproducción de abejas, mantenimiento de colmenas, control de enfermedades y otros. Además, recientemente me implementó con 10 colmenas, eso hará que incremente mi producción actual de 120 kilogramos de miel al año.

¿Por qué le debemos dar importancia al cuidado de las abejas?

Porque mejora la calidad de vida de la ciudadanía, cuida el medio ambiente y contribuye en la canasta familiar en el Vraem. Se debe dar importancia a esta actividad porque nos da un bien alimenticio en sus diferentes derivados como la jalea real, polen y otros, que son una buena alternativa para mejorar la salud.

¿Cuál fue tu mayor satisfacción como apicultor?

Fue cuando en el 2008 logré cosechar más 400 kilos de miel. Fue muy satisfactorio para mí. A uno de mis hijos le gustaría continuar con esta actividad productiva, solo espero que siga con esta actividad porque es un trabajo admirable que involucra a la familia.

¿Qué es lo más difícil que le tocó vivir?

Fueron dos situaciones que marcaron mi vida. La primera fue cuando apenas llegue a este distrito en el año 1985 y la violencia sociopolítica era latente. Y la otra fue cuando una enfermedad atacó a mis abejas, matándolas por completo. Sentí gran impotencia ver las 40 colmenas vacías sin poder hacer nada.

¿Qué proyectos tienes como apicultor?

A corto plazo me gustaría incrementar mi producción de miel y como organización quisiera industrializar nuestros productos para llegar al mercado nacional e internacional con los derivados de la miel de abeja.

SATURNO RIVERA, apicultor vraíno. Docente y apicultor del distrito de Santa Rosa (Ayacucho).

 Devida entregó 500 colmenas a 50 apicultores de cuatro distritos del Vraem. 4 mil kg. de miel producirán 50 familias promovidas por Devida.